Los 5 motivos que hacen a las mujeres más propensas a la infidelidad.
Aunque los motivos que llevan a hombres y mujeres a ser infieles suelen resumirse popularmente como “falta de comunicación y entendimiento en la pareja”, existe todo un trasfondo de causas psicológicas y deficiencias en la dinámica de las relaciones que influye directamente en el grado de satisfacción de las mujeres, haciéndolas más propensas, bajo determinadas circunstancias, a recurrir a aventuras extra-conyugales o fuera de la relación.
¿Adivinas cuáles son?
1. No se siente emocionalmente conectada con su pareja
Que las mujeres son más sensibles por naturaleza no es charlatanería. Según la antropóloga y bióloga Helen Fisher, quien ha estudiado durante años el comportamiento humano en condiciones de pareja y también los factores ligados a la infidelidad, las mujeres acuden a una “vía de escape” cuando sienten que su relación ha perdido el punto de enlace emocional. Sin interacción emocional, se sienten solas e insatisfechas con su pareja, por lo que buscan compañía y respaldo en otra persona.
De acuerdo con Fisher, este es un dato esencial que diferencia la infidelidad en hombres de la infidelidad en mujeres, ya que mientras los hombres pueden sentirse felices y cómodos en una relación primaria y aún así ser infieles, las mujeres tienden a serlo cuando las condiciones son desfavorables.
2. Los encuentros íntimos han perdido calidad
Un estudio publicado por el diario científico especializado en sexología Archives of Sexual Behavior señala que, si bien el número de orgasmos que pueda tener una mujer con su pareja no garantiza que vaya a ser más o menos infiel, el número de orgasmos fingidos sí guarda relación con una mayor propensión a la infidelidad.
Las mujeres que no disfrutan los encuentros sexuales con su pareja y se sienten forzadas a escenificar un placer ficticio muestran niveles muy bajos de satisfacción dentro de sus relaciones, lo que las lleva a explorar sensaciones en territorios foráneos.
3. No se sienten valoradas
Una vez más, el componente emocional juega un rol determinante en la disposición de las mujeres para ser fieles. La falta de comprensión o dedicación de la pareja crea un déficit afectivo que repercute en el grado de comodidad general de una mujer en torno a la relación. Cuando también el aburrimiento y la monotonía hacen su aparición, las mujeres son propensas a buscar una salida en el cobijo de alguien que demuestre más interés por sus necesidades.
4. El trabajo consume la atención de la pareja
Según la psicóloga Frances Cohen Praver, las mujeres también experimentan insatisfacción cuando perciben que sus parejas han apostado por dedicar mayor tiempo y energía a su trabajo que a mantener en buen estado la relación.
El abandono y la sensación de sentirse relegadas a segundo plano a atrapadas en el eslabón más bajo de una jerarquía de prioridades hace que la infidelidad adquiera un porte de dimensiones excitantes, una forma de reivindicarse frente a sí mismas y sentirse artífices de su propio bienestar.
5. Se presenta un periodo de transformaciones importantes, como un cambio de década
Algunos expertos sostienen que las mujeres (y también los hombres) tienden a ser infieles en periodos de revelaciones importantes, como la independización de los hijos y la tercera edad.
Sentirse mayores y desprovistas de la responsabilidad de criar y mantener a los hijos hace que las mujeres “despierten” a nuevas posibilidades, que experimenten la urgencia de vivir intensamente (en especial si se privaron a sí mismas de ciertas experiencias en el pasado).
La necesidad de recuperar el tiempo perdido motiva a muchas mujeres a salir al mundo con fuego en la mirada, y la infidelidad se convierte en una de las travesías más seductoras, pues se contempla desde un ángulo menos estereotípico y con plena disposición para disfrutar lo porvenir.